Las bicicletas sin pedales o bicicletas de equilibrio son uno de esos juguetes que han marcado un antes y un después. Montar en bicicleta es una actividad que a todos los niños les encanta pero el proceso de aprendizaje, hasta ahora, siempre había sido un tanto complicado.
Cuando yo era pequeña, los niños aprendíamos a pedalear primero mientras nos sujetábamos sobre la bicicleta por medio de ruedines y posteriormente, cuando nos quitaban los ruedines era cuando aprendíamos a mantenernos en equilibrio mientras pedaleábamos.
Las bicicletas sin pedales han modificado el orden de este proceso consiguiendo que este aprendizaje se dé de una forma mucho más natural y progresiva.
¿Cómo es el proceso de aprendizaje de montar en una bicicleta sin pedales?
Con las bicicletas sin pedales, el orden se invierte respecto al proceso en una bicicleta tradicional. En primer lugar los niños aprenden a mantenerse en equilibrio. Puede que se piense que esta será la parte más difícil y por ello debería hacerse más tarde pero lo cierto es que mantener el equilibrio es algo que se aprende de un modo más natural sin la necesidad de mantener los pies sincronizados en los pedales.
Desde los dos años de edad los niños pueden aprender a mantenerse en equilibrio de una forma natural encima de una bicicleta que sea de su talla, cada niño encontrará su forma pero aquí os explico cómo ha sucedido con mis peques.
Al principio se sientan en el sillín de la bicicleta y van desplazándose «caminando» poco a poco con los pies. A medida que van cogiendo confianza irán caminando cada vez más rápido hasta el punto en el que quieren «correr».
Es en este momento que cogen algo más de velocidad que la inercia les permite elevar los pies del suelo para «deslizarse» con las ruedas y conseguir así ir más rápido de lo que pueden ir sus pies.
Estos momentos de «deslizamiento» al principio son cortos, sueltan los dos pies y los vuelven a poner sobre el suelo inmediatamente, pero se vuelven cada vez más frecuentes y más largos hasta mantenerse unos segundos en movimiento y con los pies en el aire.
Llegado a este punto, la finalidad al montarse en la bicicleta será coger la suficiente carrerilla para poder mantenerse en equilibrio el mayor tiempo posible. Con la práctica estos momentos que antes eran titubeantes y muy cortos se transformarán en momentos largos de pleno control, donde no solo aprenderán a estar en equilibrio sino también a girar y a frenar.
Después de todo este proceso los peques habrán dominado la etapa de mantenerse en equilibrio y ya solo faltará aprender a pedalear, así que puede ser un buen momento de probar con una bicicleta de pedales. Enfrentarse al movimiento de pedaleo cuando uno ya domina el equilibrio resultará un proceso mucho más natural ya que será el movimiento que le empuje a seguir en equilibrio.
Cuando seguimos la filosofía Montessori en nuestra crianza este nuevo proceso se adaptará mucho mejor que el método tradicional ya que nos permitirá dejar que sea el propio niño el que regule y decida su momento de soltarse.
Beneficios de las bicicletas de equilibrio
Además de la ventaja evidente de facilitar el proceso de aprendizaje, este tipo de bicicletas sin pedales aportarán muchos otros beneficios como:
- Desarrollar del sistema motor.
- Favorecer la orientación y la conciencia espacial.
- Activar el sistema vestibular al mantenerse en equilibrio.
- Favorecer el ejercicio físico y la vida saludable.
- Favorecer el aprendizaje autónomo dirigido por el propio niño.
- Aportar seguridad e independencia.
¿Para qué edad están recomendadas las bicicletas de equilibrio?
Las bicicletas de equilibrio suelen estar recomendadas a partir de los 2 años hasta los 6 años aproximadamente, dependerá del tamaño y peso que tenga la bicicleta y de la capacidad de la bicicleta de regularse a distintas alturas. La bicicleta de mis peques es la Bikloon de Janod y su edad recomendada es de 3 a 6 años. En las edades de mis peques se pueden ver los dos extremos, ya que el pequeño tiene 3 años y el mayor tiene 6. El peque tiene el asiento lo más bajito posible y el mayor lo más alto posible.
Ambos tienen ya bastante interiorizado el equilibrio e incluso el mayor se encuentra ya en el momento de cambio a pedales.
Una de las cosas que más me gusta de la bicicleta de Janod es que es una bicicleta robusta y tiene un peso admisible para que con tres años de edad la puedan manejar perfectamente.
Es una bicicleta que da gusto llevar ya que sus neumáticos son inflables y esto le aporta mucha más comodidad que las bicicletas de ruedas duras.
Además, el diseño vintage me pareció muy bonito e incluye hasta una bolsita a juego para meter los tesoros que vayan encontrando por el camino.
Otro detalle que también me gusta mucho y que creo que es imprescindible para este tipo de bicicletas (y que no es fácil de encontrar en otros modelos) es la base para apoyar los pies. Este elemento es fundamental para poder apoyar los pies cuando cogen velocidad.
Seguridad ante todo
Otro aspecto esencial en el proceso de aprender a montar en bicicleta es que los niños interioricen la importancia de usar los sistemas de seguridad, en este caso, el uso del casco, aunque sea simplemente para dar unas vueltecitas por el jardín. El hecho de llevar el casco puesto les ayuda a tomar más conciencia del peligro y hace que tomen conciencia de esa responsabilidad cuando están sobre un vehículo.
El casco que podéis ver en las fotos es de la misma marca que la bicicleta, se trata de un casco regulable en tamaño que puede servir tanto para el peque de 3 años como para el de 6.
¿Dónde se puede comprar la bicicleta de equilibrio de Janod?
La bicicleta de Janod Bikloon se pueden encontrar en tiendas especializadas de juguetes educativos. Aquí os dejo el enlace a Amazon donde la podéis encontrar ahora y por tiempo limitado con oferta.