El sábado pasado fuimos al Museo de las Ciencias Príncipe Felipe situado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, una visita que teníamos pendiente de hace muchísimo tiempo!! Antes de tener niños fuimos Popá y yo, y nos encantó, así que estábamos deseando ir con los peques!
En primer lugar decir que los edificios ya de por si son dignos de ver, fueron diseñados por Santiago Calatrava y son unas de las figuras más emblemáticas de Valencia.
En el Museo de las Ciencias Principe Felipe «está prohibido no tocar», es un lugar para experimentar la ciencia en primera persona y a ser posible con todos los sentidos!! Los peques se lo pasaron pipa!!! Os enseño algunas de las cosas que probaron!
Esta era una máquina en la que oías tu voz con un retardo de 1/8 de segundo. De esta forma resulta dificil hablar a una velocidad normal ya que normalmente vamos ajustando la velocidad y el volumen de nuestra voz a medida que vamos hablando. Este fenómeno se llama giro retroactivo y es muy importante para poder hablar con sentido.
Probaron a cerrar este circuito con sus propios cuerpos, en el momento en que se cogían todos juntos de las manos se encendían las luces! Emocionante!
Experimentando con ruedas cuadradas, las cuales giraban suavemente por las protuberancias, algo que parecía imposible! Esto es debido a que las portuberancias son curvas caternarias. Cuando las ruedas cuadradas giran sobre ellas su centro de gravedad se mantiene a la misma altura que es la de su propio eje, ya que guardan una relación matermática entre la rueda y las caternarias.
Observaron una foto que vista con unas condiciones de luz se veía en tonos de gris y la misma foto en otras condiciones se veía en color:
Allí había juegos sensoriales de experimentación como adivinar a qué olía
O unos paneles con cortinillas para adivinar lo que estaban tocando sin mirar:
Estuvieron experimentando con el principio de la inercia con una mesa llena de agujeritos por donde sale el aire, os recuerda algún juego? 😉
Pudieron experimentar con un pozo gravitatorio simple, donde tiraban una moneda y observaban que a medida que iba descendiendo iba cogiendo más velocidad.
También vieron porqué la luna adquiere diferentes formas en las diferentes fases lunares.
Y también descubrieron porqué hay silencio en el espacio. Aquí sonaba la campanita hasta que con una bomba extractora sacabas todo el aire y dejaba de sonar.
Econtramos una exposición sobre dinosaurios con un montón de información. Mis peques son dino fans totales desde que son muy pequeños así que les encantó!!
Hicieron experimentos sobre el cuerpo humano probando su propio cuerpo con saltos, fuerza, poder mental, experimentaron cuánto medían sus intestino, o cuánta agua hay en nuestro cuerpo dependiendo de nuestro peso:
En el museo encontraréis cafeteria para comer o hacer un descanso y también algunas tiendas de souvenirs básicamente con libros y experimentos, difícil salir de allí sin nada con las ganas de experimentos con las que sales de allí!!
Esto es solo una pequeña parte de lo que vieron y experimentaron, una visita para repetir sin duda!! En el museo se ofrecen visitas guiadas y actividades extra como «Científico por un día«, «Moléculas Sabrosas«, «Magia Química» (se pagan a parte) y que tienen una pinta estupenda. Desde luego que volveremos y realizaremos alguna de ellas porque esta vez no nos dio tiempo a todo, así que pronto habrá una segunda parte de este mismo post con ellas!! Una visita super recomendable para ir con los niños que van a poder disfrutar de prácticamente todos los experimentos y actividades. Os dejo con esta imagen de esta cadena de ADN que es impresionante y que dejó a los peques con la boca abierta.
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